Prueba Nissan Qashqai DIG-T 115 CV Tekna
Prueba Nissan Qashqai DIG-T 115 CV Tekna
El líder de ventas del segmento con más de dos millones de unidades fabricadas desde 2007 se renovó en 2014, hablo del Nissan Qashqai. En esta ocasión he probado una de las motorizaciones que puedan parecer más arriesgadas, un motor de 1,2 litros, gasolina turboalimentado que rinde 115 CV, pero hemos podido comprobar que la apuesta de Nissan ha sido acertada.
Tras el éxito cosechado por la primera generación de este crossover, en 2014 el Qashqai se renovaba actualizando su imagen exterior, aumentando sus dimensiones y mejorando acabados y calidades.
Diseño exterior: nuevo diseño y mayores dimensiones
El nuevo Nissan Qashai crecía 47 mm de longitud, 20 mm en anchura y reducía su altura en 15 mm, para quedar con unas dimensiones de 4,38 m de largo, 1,81 de ancho y 1,59 de alto. De este modo se consigue por dimensiones una imagen más robusta y dinámica, mejorando a la vez su comportamiento en carretera. El coeficiente aerodinámico también ha mejorado hasta conseguir una cifra de 0,32.
En el diseño de la carrocería destacan las líneas curvas suaves y una presencia muy dinámica, con unos marcados rasgos que identifican los modelos actuales de la marca. Como es el caso del frontal con una V central muy marcada con dos grupos ópticos en sus extremos que llaman la atención por su diseño a primera vista, y por la tecnología full LED que emplean para mejorar la iluminación y disminuir su consumo eléctrico. También destacan las dos nervaduras del capó, que aunque han cambiado respecto a la versión anterior, siguen presentes con nueva disposición.
La “estampa” lateral que presenta este Nissan es, al igual que el resto del exterior, muy robusta y con rasgos deportivos. Las suaves líneas circulares recorren todo el lateral de una manera muy sutil excepto en unos marcados pasos de ruedas que dan cabida, en la unidad probada, a unas enormes llantas de 19” decoradas en negro y aluminio pulido que aportan una imagen de refinamiento y calidad excelentes.
En la zaga, al igual que en el resto de la carrocería se ha conseguido con creces el objetivo de conseguir un diseño fuerte y deportivo.
Diseño interior: mucha calidad y todo bajo control
Desde el momento de acceder al habitáculo nos damos cuenta que el Nissan Qashqai es un vehículo cómodo. El acceso es sencillo, sin forzar la postura en ningún momento, el asiento cae justo a la altura de la cintura de una persona con una estatura media, y con un ligero impulso estamos posicionados en los asientos.
Tras comprobar el fácil acceso, incluso a las plazas traseras, la sensación de amplitud nos invade. Desde el puesto del conductor la sensación de amplitud y tenerlo todo bajo control, gracias al buen campo de visión, es lo que primero llama la atención. El espacio del habitáculo es perfectamente válido para personas de gran estatura, sobre todo en la versión con techo panorámico, en la que se ganan algunos centímetros de altura libre al techo.
La calidad de los materiales es muy buena, buen tacto, perfecto ajuste, y más aún en la versión probada, Tekna, con unos asientos en piel, con regulaciones eléctricas en el caso del conductor.
La instrumentación tras el volante nos muestras gran cantidad de información pero de una manera muy clara y de fácil lectura. Una pequeña pantalla a color situada entre el cuentakilómetros y el tacómetro nos ofrece información del ordenador de a bordo, equipo de audio o navegador, entre otros.
El techo panorámico aporta gran luminosidad al habitáculo, modulable a nuestro gusto gracias a una cortinilla eléctrica. Pese a la amplitud de la superficie acristalada no entra excesivamente calor, siendo bastante confortable viajar en pleno verano.
Repartidos por todo el habitáculo existen multitud de huecos portaobjetos que nos permitirán vaciar los bolsillos o llevar bebidas de una manera cómoda y fácil de localizar.
En el centro del salpicadero de tacto blando muy agradable, nos encontramos las salidas de aire centrales en una posición elevada, justo debajo se sitúa la pantalla táctil con un gran número de funciones, aunque en una posición algo baja que nos limita su visualización durante la conducción.
La comodidad y habitabilidad de las plazas traseras es algo destacable, una posición cómoda, aunque el respaldo no se regule en inclinación, pero con unas dimensiones que permiten ser ocupadas incluso por tres adultos para trayectos cortos sin poner en juego su comodidad. Es cierto que por la línea de diseño, las plazas traseras están algo más limitadas en altura que las delanteras.
El maletero consta de 430 litros de capacidad con un sistema que permite configurar el espacio disponible de varios modos. Existe la opción de tener una superficie de carga totalmente plana con un doble fondo de 16 cms de profundidad sin rueda de repuesto. La pieza que hace de piso plano de maletero se puede emplear de divisor de maletero en posición vertical para ayudar a sujetar la carga.
Amplio equipamiento con un “ángel de la guarda”
Si hay algo de lo que viene bien cargado este Qashqai es de equipamiento y lo que más me ha gustado es un equipamiento orientado a la seguridad y comodidad del conductor.
Lo que Nissan denomina Escudo de Protección Inteligente es un gran “paquete” de sistemas de seguridad que hacen del Qashqai un vehículo con un gran despliegue de seguridad activa.
Uno de ellos es el asistente de luces de carretera que permite al conductor olvidarse del mando de luces y el sistema mantendrá las luces bi-LED lo más largas posible sin deslumbrar al resto de usuarios de la vía.
El identificador de señales de tráfico es otro de los sistemas incluidos en el Escudo de Protección Inteligente que nos permite visualizar en cualquier momento la velocidad de la vía y sus prohibiciones basándose en las imágenes captadas de las señales de la vía.
El sistema de Alerta de Cambio Involuntario de Carril detecta cuando el vehículo intenta abandonar el carril por el que circula y el conductor no ha señalizado la maniobra.
El Sistema Anti-colisión frontal monitoriza la carretera mediante un radar y avisa en caso de que la distancia de seguridad con el vehículo precedente se reduzca de manera peligrosa. Si pese al aviso, el conductor no reacciona actúa sobre los frenos para reducir la velocidad, y si aún la situación no es segura y existe riesgo de colisión, el sistema actúa sobre los frenos deteniendo el vehículo.
El detector de movimiento controla la presencia de personas o animales aproximándose al vehículo en sus 360º y emite un aviso al conductor.
El Control de Ángulo muerto avisa mediante un testigo luminoso situado en el retrovisor del lado correspondiente la presencia de un vehículo en los laterales del Qashqai.
El detector de fatiga analiza el tipo de conducción del conductor para avisarle de la necesidad de descansar cuando comienzan los errores y la pérdida de atención.
Dentro del equipamiento de la unidad probada estaban los faros Bi-LED con un enorme haz de luz y una luz blanca de mucha potencia, además el asistente de luces de carretera nos permitía llevar la mejor iluminación en cada momento sin molestar al resto de conductores.
El asistente de aparcamiento y las cámaras de visión 360º son el gran aliado del conductor a la hora de aparcar. Por una parte te permiten aparcar a la perfección el vehículo mediante distintas vistas incluso una vista aérea del vehículo, y por otra realizar la maniobra de aparcamiento por ti.
El denominado Chassis Control hace que el comportamiento del Qashqai sea confortable, suave y cómodo pese a las diversas situaciones que puedan darse en la carretera. El control de trazada activo actúa de manera independiente sobre los frenos de cada rueda con el fin de conseguir unos giros suaves sin sobresaltos, y el control activo de la calzada analiza el estado del firme y actúa de una manera imperceptible sobre los frenos para evitar movimiento incómodos y ser más cómodo. El funcionamiento de estos sistemas como he dicho resulta imperceptible por el conductor y los ocupantes, pero en la pantalla a color del cuadro se informa de una manera gráfica al conductor que lo que hace el Chassis Control.
Grupo Motopropulsor, una apuesta arriesgada
Tengo que reconocer que no me daba mucha confianza en un principio la motorización elegida para mover este Nissan Qashqai, pero me sorprendió positivamente en un derroche de suavidad y confort de marcha.
La unidad de pruebas equipaba el pequeño motor 1.2 turbo de gasolina con 115 CV a 4.500 rpm y un par máximo de 190 Nm desde las 2.000 rpm. En un principio puede parecer un motor pequeño y falto de “chicha” para un vehículo de este tipo, yo también lo pensaba antes de probarlo, pero es un vehículo muy suave, con una subida de régimen constante desde muy abajo, sólo las pendientes más fuertes con marchas más largas nos harán bajar una marcha. El motor además es muy silencioso, alguna vez tuve que mirar dos vedes el cuentavueltas para comprobar que estaba en marcha. Es un motor que emite tan sólo 133 g de CO2 por kilómetro.
La caja de cambios de 6 velocidades es una demostración de suavidad, precisión y tacto agradable. El escalonamiento de las marchas es más que adecuado para colaborar todo lo posible con el pequeño motor y además mantener un régimen adecuado en autovía para mantener el equilibrio entre buenas recuperaciones y ahorro de combustible.
Comportamiento
El Nissan Qashqai es, seguramente, uno de los SUV que mejor se comportan en asfalto de todo el mercado, eso sí, a costa de perder cualidades offroad. Si no fuera por la altura y posición que se adopta al volante, podría pasar perfectamente por un compacto.
Adaptar la posición del puesto de conducción es algo muy sencillo, el volante regulable en altura y profundidad, junto al asiento del conductor con regulaciones eléctricas permiten que adaptes el puesto del conductor como traje de sastre. La amplia visión y la confianza que trasmiten tantas ayudas electrónicas hacen que el conductor se relaje y simplemente se preocupe de disfrutar de la conducción.
En ciudad el Qashqai se mueve de una manera muy ágil, primero por un chasis muy buen configurado con una dirección asistida electrónica que se adapta perfectamente a cualquier tipo de conducción. Por otra parte el motor elástico y con una suave entrega de potencia es ideal para los trayectos urbanos.
En carretera las sensaciones son de confort y control, un sistema de suspensión con un esquema delantero de tipo independiente y trasera de eje de torsión con muelles, con unos amortiguadores de doble pistón que ofrecen un comportamiento muy suave en los momentos precisos y una gran estabilidad muy bien lograda cuando el ritmo es más elevado. El motor, como ya he mencionado anteriormente, recupera bastante bien, pero para realizar adelantamiento ágiles y con seguridad es necesario anticiparse a la maniobra y reducir las marchas necesarias en función de la velocidad que llevemos.
En carreteras de montaña es donde más justo va el Qashqai, es necesario llevar el motor muy alto de vueltas para conseguir un comportamiento aceptable y ello hace que el consumo se dispare. Algo que a su vez es bastante bueno en consumo mixto, ya que el consumo registrado durante la prueba ha sido de unos 6,5 litros a los 100 km, cifra que se puede mantener por debajo de 5l/100km en autopista realizando una conducción eficiente.
Al principio tenía dudas para que uso o usuario encasillar el Nissan Qashqai con este motor, pero tras probarlo y analizar un poco el tipo de usuarios de este vehículo está claro que es un vehículo ideal para trayectos urbanos con necesidad de espacio en el habitáculo (por ejemplo llevar los niños al colegio) y poder movernos por todo tipo de carreteras con una suavidad de marcha muy alta.
Un Nissan Qashqi 1.2 DIG-T Tekna como el que hemos probado está a la venta a un precio de 25.513 € con los descuentos aplicados.